Barrancos, Arroyos y Fuentes
La naturaleza calcárea de la Sierra conlleva la existencia de fracturas, simas o cuevas subterráneas, así como otras formaciones geológicas, que facilitan la entrada del agua de lluvia, por el interior de macizo montañoso, resurgiendo después en forma de múltiples fuentes o manantiales, aunque eso sí con escasos caudales. Los barrancos suelen mantener unas condiciones relativamente húmedas frente al resto de las zonas, lo que igualmente favorece, junto a los entornos influenciados por las aguas de fuentes y manantiales, la presencia de especies más exigentes en humedad que las del resto de ambientes.